Cómo prevenir el síndrome visual informatico de forma natural

Pasamos horas frente a pantallas. Computadoras, smartphones, tabletas… ¡Incluso relojes inteligentes!

Esta sobreexposición afecta a nuestros ojos, y lo hace de formas que antes no imaginábamos.

Un nombre técnico, pero cada vez más común, lo describe: el Síndrome Visual Informático (SVI). Esta condición resulta de pasar demasiado tiempo frente a dispositivos digitales y causa problemas como la fatiga visual, sequedad ocular, visión borrosa y, por supuesto, esos famosos dolores de cabeza que todos hemos experimentado.

El SVI no es solo una “molestia” menor. Si no tomamos medidas, puede convertirse en un problema serio para nuestra visión a largo plazo.

En esta entrada, voy a hablarte sobre cómo puedes prevenir y reducir los efectos del SVI con algunos consejos de higiene visual y métodos naturales. Y, como siempre, lo haremos de una forma sencilla y directa, porque cuidar nuestros ojos no tiene por qué ser complicado.

Antes de profundizar, empecemos con una definición rápida.

El Síndrome Visual Informático, también conocido como «fatiga ocular digital», es un conjunto de síntomas provocados por el uso prolongado de dispositivos digitales.

La luz azul, el parpadeo reducido y la atención fija en una pantalla generan una tensión ocular importante.

Dichos síntomas incluyen, entre otros:

  • Fatiga ocular
  • Dolores de cabeza
  • Visión borrosa
  • Sequedad ocular
  • Dolor en el cuello y hombros

¿Por qué pasa esto?

Pasar horas mirando la pantalla exige un enfoque constante. Si bien nuestros ojos pueden enfocar a todas las distancias, no están preparados naturalmente para mirar de cerca durante periodos prolongados.

Además, el parpadeo se reduce notablemente frente a la pantalla, y eso… ¡Eso seca los ojos!

Para colmo, estamos expuestos a la famosa luz azul, que afecta no solo la visión, sino también nuestros ritmos circadianos.

  1. Parpadeo reducido: Al mirar pantallas, parpadeamos mucho menos. En lugar de las 15-20 veces normales por minuto, parpadeamos de 5 a 7 veces. Esto seca nuestros ojos, y nos deja con esa sensación de «arena» o incomodidad.
  2. Luz azul: Las pantallas emiten luz azul, que, a diferencia de la luz natural, puede ser perjudicial a largo plazo. La exposición constante podría crear estrés en la retina e interferir con el sueño.
  3. Foco constante en una distancia corta: Mirar una pantalla exige que nuestros ojos mantengan un enfoque cercano por mucho tiempo, y eso cansa los músculos oculares. Es como si llevaras horas levantando pesas… ¡Pero en tus ojos!
  4. Posición y postura: La postura juega un papel importante. Si trabajas en un escritorio sin una buena posición, puedes experimentar tensión muscular que luego influye en los síntomas visuales.

Afortunadamente, no todo está perdido. Podemos hacer mucho para reducir el impacto de las pantallas en nuestra salud ocular. Estos métodos son sencillos, naturales y, lo mejor de todo, efectivos.

1. La Regla 20-20-20

Esta es una de las recomendaciones más famosas, y funciona de maravilla. Cada 20 minutos, aparta la vista de la pantalla y enfoca algo que esté a unos 20 pies (aproximadamente 6 metros) durante 20 segundos. Esto relaja los músculos oculares y evita que se «enganchen» en el enfoque cercano.

2. Parpadea, parpadea y parpadea

Parece obvio, pero muchos olvidamos parpadear al estar tan concentrados. Cada parpadeo ayuda a distribuir la película lagrimal en el ojo, lo cual es esencial para mantener la humedad y comodidad. Un consejo: intenta parpadear 10 veces seguidas de manera consciente cada cierto tiempo.

3. Usa filtros de luz azul

Existen en el mercado filtros específicos para bloquear la luz azul, tanto en gafas como en pantallas. Los filtros de luz azul ayudan a reducir la exposición a esta luz, especialmente si trabajas por la noche o en ambientes oscuros. Algunas aplicaciones y sistemas operativos también tienen un “modo nocturno” o “filtro de luz azul” que puedes activar.

4. Ajusta el brillo y contraste de la pantalla

Tu pantalla no necesita parecer una linterna. Ajusta el brillo para que esté en un nivel cómodo para tus ojos, preferiblemente en armonía con la iluminación de la habitación. Evita la iluminación excesiva de la pantalla o el contraste muy alto, pues esto solo aumenta el cansancio visual.

5. Mejora tu postura y distancia de trabajo

Mantener una postura ergonómica y una distancia adecuada es crucial. Asegúrate de que la pantalla esté a unos 50-70 cm de tus ojos, con el borde superior al nivel de tus ojos. Así, tus ojos mirarán hacia abajo ligeramente, lo cual reduce la apertura palpebral y ayuda a mantener la humedad ocular.

Aquí van algunos ejercicios de relajación que puedes hacer en unos minutos y que, además de ser útiles, son sencillos:

Palmeo

Frota tus manos hasta sentir calor en ellas, y luego cúbrete los ojos con las palmas sin hacer presión. Cierra los ojos y disfruta de la oscuridad y el calor por 1-2 minutos. Esto relaja los músculos oculares y elimina la tensión acumulada.

Rotación ocular

Mueve tus ojos lentamente en un círculo completo. Hazlo en un sentido, luego en el otro, unas 5 veces cada uno. Esto libera la tensión en los músculos y mejora la flexibilidad ocular.

Ejercicio de enfoque cercano y lejano

Sostén un objeto en tus manos, cerca de tu rostro, y enfócalo por 5 segundos. Luego, cambia el enfoque a algo distante por otros 5 segundos. Repite esto unas 10 veces; verás que tus ojos se sienten más relajados.

Adoptar hábitos de higiene visual es esencial para mantener nuestros ojos saludables en la era digital. Aquí te cuento algunas de las mejores prácticas:

Iluminación adecuada

El entorno de trabajo necesita estar bien iluminado. Trabajar en un espacio oscuro o con una fuente de luz que genere reflejos en la pantalla puede incrementar la fatiga ocular. La mejor opción es la luz natural indirecta o una luz de escritorio que ilumine de forma homogénea.

Ventilación y humedad

Mantén el ambiente ventilado, pero evita corrientes de aire directas que puedan resecar tus ojos. Considera el uso de un humidificador si trabajas en un espacio con aire acondicionado, ya que el aire seco es uno de los principales enemigos de la salud ocular.

Alimentación rica en antioxidantes

La alimentación es clave. Consumir alimentos ricos en antioxidantes como las zanahorias, espinacas, naranjas y frutos secos contribuye a la salud ocular. ¡Incluso el chocolate oscuro tiene antioxidantes beneficiosos para los ojos!

Usa gafas con protección UV y filtros para la luz azul

Aunque la luz azul puede ser beneficiosa durante el día (nos ayuda a mantenernos despiertos), la exposición prolongada afecta nuestros ritmos de sueño. El uso de gafas con protección UV y filtros de luz azul es una excelente opción, especialmente si usas pantallas por periodos prolongados.


Nuestros ojos son herramientas valiosas que usamos cada día, y el Síndrome Visual Informático es una señal de que necesitamos darles un respiro.

Implementar estos consejos de higiene visual y prácticas naturales puede hacer una gran diferencia en tu salud ocular y, además, mejorar tu calidad de vida.

Recuerda, la prevención es clave. No subestimes la importancia de tomar descansos, ajustar tu pantalla, usar filtros y adoptar buenos hábitos de parpadeo. Con estos simples cambios, puedes reducir el impacto de las pantallas en tus ojos y disfrutar de una visión clara y descansada.


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