La magia del ácido hialurónico para tus ojos

Una opción natural y segura para combatir el envejecimiento ocular

En el último episodio de mi podcast “Recupera tu Visión Real” hablé sobre las miodesopsias o “moscas volantes”.

Te comenté que la causa principal es que con el paso del tiempo el humor vítreo tiende a licuarse y a contraerse.

Debido a esa contracción, el vítreo tira del tejido conectivo que lo une con la retina, por lo que en ocasiones se desprenden restos de éste, que se quedan flotando en la cámara posterior.

Así, cuando la luz pasa a través del cristalino vemos esas manchas, que denominamos “moscas volantes” y que son las sombras de esos grupúsculos proyectadas en nuestra retina.

En general, suelen ser inocuas y no hay un tratamiento específico, a no ser que haya algún problema subyacente como, por ejemplo, desprendimiento de vítreo o de retina.

Por eso es mejor que siempre las valore el oftalmólogo para que tengas la certeza de que son inofensivas.

En este artículo no quiero profundizar más en las miodesopsias sino en una de las sugerencias que te hago en el episodio para mantener el vítreo saludable y prevenir en la medida de lo posible la aparición de las molestas “moscas flotantes”.

Se trata de mantener buenos niveles de ácido hialurónico.

Pero, antes de empezar a hablar de este compuesto que se encuentra en en el humor vítreo, te invito a escuchar el episodio del podcast al que me refiero.

¿Qué es el ácido hialurónico?

El ácido hialurónico está presente de forma natural en nuestro organismo, especialmente en los ojos y también nuestras articulaciones, cartílagos y en la piel.

Forma parte importante de la composición del vítreo.

De hecho, se aisló por primera vez en el año 1934 del humor vítreo de ojos de vacas.

Fueron los investigadores Frank Meyer y John Palmer quienes descubrieron la composición de este polisacárido y le dieron su nombre.

Decidieron llamarle hialurónico combinando las palabras “hialoide” (vítreo) y ácido urónico que es una de las moléculas que componen este compuesto.

Estos dos investigadores sospecharon que su descubrimiento podría tener usos terapéuticos.

Sin embargo, su extracción desde los ojos de las vacas no era factible a nivel comercial.

No fue hasta 1942, cuando el científico húngaro Endre Balazs lo sintetizó a partir de las crestas de gallo que su uso comercial se hizo posible.

Desde entonces hasta la actualidad se ha convertido en un gran aliado para la salud ocular, de la piel y de las articulaciones. Además de los innumerables usos en cirugía y cosmética que tiene hoy en día.

El cuerpo produce ácido hialurónico diariamente para lubricar las articulaciones y sanar los tejidos. Sin embargo, a medida que envejecemos se producen cada vez menos cantidades de este compuesto, por lo que tendría sentido suplementarse en caso de que fuera necesario.

Cómo aumentar los niveles de ácido hialurónico

El ácido hialurónico como tal no está presente en los alimentos, pero hay algunos de ellos que pueden potenciar su síntesis y otros inhibirla.

Entre los que ayudan a fomentar su síntesis se encuentran:

  • Frutas y verduras ricas en betacaroteno, vitaminas C, D y E como las zanahorias, tomates, cítricos, kiwi, calabaza, batata, mango
  • Hierbas aromáticas ricas en calcio y vitamina C como el perejil, la menta o el cilantro
  • Alimentos que contienen magnesio
  • Semillas: girasol, calabaza, lino y sésamo
  • Frutos secos: nueces, avellanas
  • Alimentos ricos en sílice como la avena, arroz, centeno, …

Sin embargo, es conveniente evitar el consumo de carnes, embutidos grasos, azúcares y alimentos elaborados con harinas refinadas porque reducen la producción de ácido hialurónico por el cuerpo.

Otra manera eficaz de aumentar los niveles es a través de la suplementación ya sea sólo o combinado con colágeno o con vitamina C, para potenciar sus efectos.

Se considera que suplementar con ácido hialurónico no suele tener efectos secundarios. No obstante, antes de iniciar un tratamiento es aconsejable consultar con tu médico o profesional sanitario para conocer todos los detalles de tu caso y saber si de verdad lo puedes tomar sin ningún tipo de riesgo.

Beneficios para los ojos del ácido hialurónico

  • Alivia y reduce la sequedad ocular

Es uno de los usos más extendidos de esta sustancia. Forma parte de muchos lubricantes oculares y lágrimas artificiales en gotas.

  • Para reducir la inflamación de la conjuntiva.

Suele utilizarse complementariamente en tratamientos de conjuntivitis, especialmente en las alérgicas. En este caso suele presentarse en gotas en las que el ácido hialurónico se combina con algún otro activo antiinflamatorio, como, por ejemplo, la ectoína.

  • Para preservar la salud del vitreo.

Normalmente se toma en cápsulas.

  • Tratar lesiones oculares.

En oftalmología se utilizan para favorecer la cicatrización tras una cirugía ocular de cataratas, trasplantes o desprendimiento de retina.

A parte de los usos oftálmicos el ácido hialurónico se emplea cada vez más en cosmética y en otras áreas de la medicina.

Por su formidable acción hidratante ayuda a mantener la salud de la piel y favorecer su elasticidad.

También se usa para tratamientos de artrosis de rodilla y para lubricar las articulaciones.

En medicina estética tiene diversas aplicaciones para reducir las arrugas o tratar las ojeras entre otras muchas cosas.

En resumen, el ácido hialurónico es un compuesto esencial para mantener nuestra piel, nuestras articulaciones y nuestros ojos saludables.

Nuestro cuerpo lo sintetiza naturalmente, pero con el paso de los años esa producción se reduce drásticamente.

Como no lo podemos tomar directamente de los alimentos, es crucial que consumamos más alimentos que apoyan sus síntesis y menos de los que la inhiben.

Aún así, podemos suplementarnos y utilizar las diferentes presentaciones en ampollas, gotas o cremas dependiendo de para qué lo necesitemos y beneficiarnos de sus propiedades.

Por último, recuerda que siempre es necesario consultar con tu médico o profesional de la salud antes de tomar cualquier tipo de compuesto, aunque sea del todo natural.

Espero, como siempre que esta información te sea de utilidad y que si te ha gustado la compartas con quien quieras y dónde creas conveniente.

¡Muchas gracias!

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Los artículos del blog pretenden proporcionar consejos generales sobre salud visual, optometría, terapia visual y yoga ocular. Pero, en ningún caso tratan de diagnosticar, curar o tratar ninguna condición médica. Si tienes alguna preocupación relacionada con este tema te sugiero que consultes con tu optometrista u oftalmólogo. El uso o práctica de cualquiera de las recomendaciones o ejercicios del blog está sujeta a tu responsabilidad.

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